En las personas que viven con VIH, la buena alimentación apoya el estado general de salud y fortalece el sistema inmunitario. La buena nutrición ayuda a mantener un peso saludable y absorber de mejor manera los medicamentos.
Los objetivos de la intervención nutricional en el paciente con VIH son:
- Prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos (intoxicación por alimentos) a través de una adecuada seguridad alimentaria que se refiere a la forma de manejar, preparar y almacenar los alimentos.
- Evitar combatir la desnutrición, por la falta de apetito
- Mantener un estado nutricional óptimo
- Contrarrestar los efectos secundarios de los medicamentos contra el VIH, como la pérdida del apetito, las náuseas o la diarrea.
- Contribuir a mantener la salud y la calidad de vida de la persona que viven con VIH.
- restituyendo las vitaminas y minerales perdidos;
- mejorando la función del sistema inmunitario y la aptitud del organismo para combatir la infección;
- prolongando el período que transcurre de la infección a la aparición del SIDA;
- mejorando la respuesta al tratamiento y reduciendo el tiempo y dinero gastados en los cuidados médicos;
- manteniendo activas a las personas infectadas por el VIH, permitiéndoles así ocuparse de sí mismos, de su familia e hijos; y manteniendo productivos a los enfermos infectados, en condiciones de trabajar, cultivar alimentos y contribuir a los ingresos de sus familias
Los cuidados y apoyo nutricionales promueven el bienestar, la autoestima y una actitud positiva ante la vida por parte de los enfermos de VIH/SIDA y sus familias.